Argentina se queda con el tercer lugar en la Copa América tras vencer a Chile

Agüero fue el primero en romper el hielo con un disparo desde fuera del área que se marchó rozando el palo de la meta de Arias.

Messi empezó a aparecer en el centro del campo y fruto de su genio nació el primer gol. El camisa 10 dejó sentado a Arturo Vidal, su compañero en el Barcelona, y fue tumbado por Erick Pulgar en la medular.

Lionel aprovechó la pasividad de la Roja para sacar rápido al espacio hacia Sergio Agüero, quien regateó con facilidad a Arias y definió con precisión hasta el fondo de la red.

El delantero del Manchester City se fue directo hacia su fiel escudero para agradecerle el regalo.

El tanto fue un jarro de agua helada para la Roja, que además vio como su gran estrella, Alexis Sánchez, se retiraba lesionado en el minuto 17.

Sin pisar en exceso el acelerador, Argentina asestó un segundo golpe casi definitivo diez minutos después.

Lo Celso metió un pase al hueco para Dybala superando dos líneas de jugadores chilenos, que se quedaron como muñecos de cartón piedra, parados y sin reaccionar.

El atacante del Juventus no lo desaprovechó y batió a Arias, que tardó una eternidad para salir de la cueva.

A partir de ahí, Chile quiso parar el chaparrón a base de trifulcas y juego sucio. Una entrada por detrás de Medel sobre Messi, la protestó Vidal y ahí se armó el primer conato de bronca.

Porque minutos después Medel y Messi se verían de nuevos las caras. El central chileno, un maestro de la provocación, se encaró con el delantero argentino, que esta vez entró al trapo.

Los dos juntaron las cabezas y bracearon un poco. El árbitro llegó hasta el lugar de los hechos a mil revoluciones y expulsó a los dos, sin pensárselo.

Segunda expulsión en la carrera del 10, que se fue tres minutos después del verde aplaudido por el público.

Por el contrario, el colegiado paraguayo se convirtió en el enemigo público número uno de los espectadores, que le dedicaron una sonora pitada al descanso que retumbó en todo el estadio.

En la reanudación, Chile se movió con mayor soltura en el desconcierto. La aún vigente campeona entró en el partido por un penalti de Lo Celso sobre Aránguiz que tuvo que revisar el VAR.

Arturo Vidal no falló desde los once metros. El equipo de Reinaldo Rueda ya tenía el partido donde quería, completamente descontrolado, sin Messi sobre el césped y todo una segunda mitad por delante.

Scaloni quiso tener una salida de balón más rápida dando entrada a Di María por Dybala.

El partido seguía roto. Las dos selecciones iban sin demasiado orden en busca de la sentencia unos y del empate los otros.

Vargas tuvo las tablas en sus botas. Su disparo le salió demasiado centrado. Agüero también, pero el pase de la muerte de Di María se quedó corto, y en otra jugada, no acertó al arco.

Los chilenos pidieron unas manos en el área en los minutos finales, pero ni el árbitro, ni el VAR vieron nada y terminaron derrotados y con un cuarto puesto que sabe a poco.

Mañana turno para descubrir quién será el campeón en el Maracaná de Río de Janeiro. Brasil y Perú, los candidatos.

Agencias