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23/10/2018 – La estructura educativa de Matamoros, integrada por jefes de sector y supervisores escolares, se reunió ayer para hacer un análisis sobre los aciertos y errores en los proyectos de trabajo, que han impactado en el aprendizaje del alumnado.
Lo anterior se llevó a cabo bajo la coordinación del Centro de Asistencia Técnica a la Escuela Tamaulipeca (Catet) 2803, dentro de la sesión “Prácticas y materiales educativos. ¿Qué compartimos y en dónde necesitamos apoyo?”, incluida en la guía del Consejo Técnico Escolar (CTE) que se deberá celebrar el próximo viernes en cada plantel.
Fortalecimiento
Rogelio Cante Ramírez, supervisor de la Zona 18 de Nivel Primaria, precisó que el objetivo fue hacer una valoración en cuanto a las prácticas educativas exitosas y de aquellas que no han permitido avanzar con los estudiantes, para diseñar estrategias de fortalecimiento académico.
“El primer logro que podemos mirar es que hay una apertura de diálogo entre nosotros mismos, que nos fortalecemos con la experiencia de compañeros, así como lo van a hacer los supervisores con sus directores, ya que hay algunos que están teniendo experiencias muy exitosas y los que tenemos áreas de oportunidad lo aprovechamos”, destacó.
Fines constructivos
Por su parte, Isabel García Loredo, jefa del Sector Seis de Educación Primaria hizo hincapié en que lo más importante de esta reunión fue el ejercicio de autocrítica con fines constructivos, para no solo celebrar los logros, sino atacar las deficiencias.
“Nos estamos preparando para la tercera sesión de aprendizaje entre escuelas, analizando las prácticas exitosas, pero también las que no han sido exitosas, que ahí es donde nos debemos enfocar porque hay muchas prácticas exitosas, pero también es importante revisar dónde estamos fallando, qué nos está faltando y cómo lo tenemos que resolver”, subrayó.
Acuerdos
Sobre cómo beneficia al alumnado el trabajo que realizan los jefes de sector y supervisores escolares dentro de estas sesiones, Rosa Isela Vega Cruz, supervisora de la Zona 105 de Preescolar, consideró que en el nivel al que ella pertenece no se limita a medir solo el aprendizaje, sino el desarrollo integral de los estudiantes.
“La reflexión que tuvimos es que nosotros veamos al niño como un todo, no nada más que nos enfoquemos en el cerebro, el niño es corazón, es cuerpo, es cerebro, entonces es un desarrollo integral. De hecho uno de los acuerdos fue que al interior de cada uno de los centros escolares que manejamos, establezcamos un equilibrio entre las actividades que se desarrollan”, enfatizó.
Agencias
