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En las inmediaciones del puente internacional “Benito Juárez” el mayor de Hidalgo, Texas, Sergio Coronado y la alcaldesa de Reynosa en Tamaulipas, Maki Ortiz, realizaron el tradicional abrazo binacional para refrendar los lazos de hermandad entre ambas naciones.
Desde las 9:00 horas el cruce de internación a territorio mexicano fue cerrado al paso de vehículos para realizar el evento que contó con la presencia de autoridades consulares de Estados Unidos, alcaldes de Progreso, Mission, así como legisladores de Tamaulipas, y representantes del Estado y Municipio.
El mayor de Hidalgo se pronunció en contra de los ideales del gobierno federal estadounidense con las medidas del reforzamiento de fronteras, reconociendo que mucha de la estabilidad económica de la frontera sur de Texas depende de los mexicanos.
“Hay gobiernos que quieren dividirnos, hay gobiernos quieren dividir a Estado Unidos y a México, esta es una reflexión del sentir de Valle de Texas más allá de un muro que quieren crear para dividirnos queremos crear un puente de conciencia, que la gente de México sepa que las puertas están abiertas”.
Por su parte, la alcaldesa de Reynosa expresó que en la actualidad no existen países que compartan una frontera y que se enfrenten a retos sociales de forma individual, por lo que hizo un llamado a trabajar juntos sobre los problemas principales problemas que generan inseguridad en la región.
“Estamos llamados por nuestra historia y por nuestra situación geográfica a seguir enfrentando retos juntos como la migración y el narcotráfico, hagámosla con una cooperación decidida y trabajo conjunto”.
Tras el abrazo entre alcaldes, las autoridades presentes y turistas estadounidenses realizaron un recorrido desde la Plaza de la República hasta la Plaza Principal Miguel Hidalgo en donde se presentaron números artísticos de banda de guerra, orquesta sinfónica, y bailes tradicionales tamaulipecos.
Agencias
