Los Juegos del Poder

Maribel Villarreal

24/12/17

Feliz Navidad

La Navidad es tan mágica que hasta se puede soñar. Es la época de un alto en el ajetreo del diario vivir, una especie de freno a lo cotidiano para revalorar los verdaderamente importante.
Son días de reflexión. Días de convivencia. Días de olores y de sabores. Días de recuerdos y de añoranzas. Días de arrepentimientos y de perdones. Días de replantear prioridades y restablecer objetivos. Con poco o con mucho todos celebramos. La Navidad es de todos y para todos. Las ciudades se iluminan y la humanidad conspira en el amor. No es el enajenado consumismo y las aceleradas compras de regalos para quedar bien. Es la convivencia familiar.
Es disfrutar y compartir. Por más lejanos que se encuentren, las familias siempre coinciden.
Los amigos se reencuentran. Los amores se refrendan. En esta época son los mejores momentos de los niños y los más gratos recuerdos de los adultos.
Son los escenarios de luces de muchos colores, es el olor de los pinos navideños, es la emoción de la cena familiar, son los villancicos, son los abrazos verdaderos.
Algo pasa en Navidad que estamos más prestos a la bondad. Más sensibles al sufrimiento ajeno. Nos volvemos mejores personas.
Pasamos a ser una mejor versión de nosotros mismos. Es común la caridad.
Compartir con aquellos menos afortunados. Llevar una cena caliente o regalar un juguete. “Ojala pudiésemos meter el espíritu de Navidad en jarros y abrir un jarro cada mes del año”; reflexionó alguna vez el escritor estadounidense Harlan Miller. Sería posible desde ahí lograr un cambio permanente en la sociedad y en todos sus problemas. Imaginar la solidaridad como una constante del diario vivir.
Adoptar la caridad como forma de ser. Asumir el arrepentimiento y el perdón desde la humildad de nuestros corazones.
Legar a las nuevas generaciones los sentimientos de bondad y apoyo sin esperar nada a cambio. Mostrarles el valor de lo que realmente es valioso como el amor y la amistad. Forjar en ellos a base del ejemplo la honestidad, la responsabilidad, la igualdad y la justicia.
La Navidad es tan mágica que se puede soñar….

Feliz Navidad.